Los datos de financiación de los ETF de Bitcoin presentan un marcado contraste, con algunos titulares sensacionalistas exagerando la inminente venta masiva, pero los datos fundamentales revelan que se trata más de un ajuste técnico que de una retirada a largo plazo.
Aunque el mercado se encuentra actualmente bajo presión cíclica, con inversores que han perdido aproximadamente 100 000 millones de dólares, mineros reduciendo su poder de cómputo y los precios de las acciones de las compañías del Tesoro cayendo por debajo del valor en libros de Bitcoin, el mercado de ETF no ha mostrado señales de un colapso inminente.
Según datos de Checkonchain, aunque el 60 % de las entradas a los ETF ocurren durante períodos de precios al alza, los activos bajo gestión de los ETF denominados en Bitcoin solo registraron salidas del 2,5 % (aproximadamente 4500 millones de dólares), un porcentaje muy pequeño del total de activos bajo gestión.
El punto clave es que estas salidas coincidieron con la reducción del interés abierto en futuros del CME y opciones de IBIT, lo que confirma que se trató de una liquidación estructural de operaciones de base o volatilidad, y no de un colapso en la confianza del mercado.
La semana pasada, los flujos de fondos exhibieron fluctuaciones bidireccionales, con entradas y salidas netas alternándose. No hubo señales de una corrida en el mercado que indicara una caída prolongada, y el volumen de negociación continuó fluctuando a la baja, reflejando esencialmente ajustes de posiciones y no retiradas. Los precios de Bitcoin también fluctuaron en ambas direcciones durante el mismo período, lo que sugiere que los flujos de fondos de los ETF no fueron el factor dominante.
El mercado de derivados corrobora aún más esta evaluación, con el interés abierto en futuros del CME cayendo desde los 16 000 millones de dólares a principios de noviembre hasta los 10 940 millones, lo que indica una reducción continua del riesgo.
Aunque el interés abierto total en contratos de futuros globales aún se sitúa en 59 240 millones de dólares, el CME y BN representan cada uno 10 900 millones, una distribución equilibrada que refleja la redistribución del riesgo del mercado en diferentes plataformas e instrumentos, y no una venta masiva generalizada.
El enfoque central del mercado está en tres niveles clave de soporte de precios. Los 82 000 dólares (el promedio real del mercado y el costo del ETF) son el punto crítico para determinar si el rebote puede continuar; los 74 500 dólares (costo de tenencia de Strategy) prueban la resiliencia narrativa del mercado; y una ruptura del nivel de 70 000 dólares podría desencadenar un pánico total del mercado bajista.
Al mismo tiempo, la liquidez actual del mercado es desigual, y en un entorno tenso puede amplificar o diluir el impacto de los flujos de capital.
La clave para determinar si un mercado está pasando de la consolidación a la capitulación radica en distinguir entre las salidas técnicas y las retiradas genuinas.
La salida de fondos en conjunto con la reducción del interés abierto es un ajuste técnico; si hay una salida continua y a gran escala de fondos que debilita el tamaño del activo, y el interés abierto se mantiene estable o aumenta, es una señal del establecimiento de nuevas posiciones cortas y la venta de posiciones largas.
Actualmente, el mercado está más en una fase de «contracción» que de «colapso». De cara al futuro, es importante prestar mucha atención a los cambios en las posiciones de cobertura, el mantenimiento de los niveles clave de precios y la capacidad del libro de órdenes para absorber pérdidas.
