Tras revisar los informes de perspectivas de tendencias para 2026 de cinco instituciones líderes (a16z, Goldman Sachs, JPMorgan Chase, Morgan Stanley y BlackRock), extraje dos puntos clave de valor:
1) ¿Qué burbuja? ¿Entrará la industria de la IA en un período de inversión acelerada?
Morgan Stanley ha dado una cifra asombrosa: se proyecta que el gasto de capital en infraestructura de IA alcance los 3 billones de dólares, con menos del 20 % desplegado actualmente.
¿Qué significa esto? Amazon, Google, Meta, Microsoft, Oracle y otros proveedores de hiperescala en la nube están gastando una fortuna en construir centros de datos, comprar GPUs y desplegar infraestructura energética, pero esto es solo el comienzo.
Sin embargo, JPMorgan Chase ofreció una evaluación sobria de los beneficios reales de una adopción de IA a tan gran escala, creyendo que a corto plazo solo puede impulsar las ganancias de algunas empresas y ayudar a los gigantes a optimizar su rentabilidad. Tomará muchos años lograr verdaderamente los beneficios significativos de un salto cualitativo en la productividad de la IA.
De hecho, solo hizo un punto: 2026 seguirá siendo un año de gasto desenfrenado en IA, pero aún es solo el período de inversión y está lejos del momento de la cosecha.
2) Dividendos por concentración en el mercado bursátil estadounidense y desbordamiento hacia mercados no estadounidenses: ¿de qué lado estás?
BlackRock ha propuesto un concepto llamado «Lo micro es macro», que argumenta que las inversiones en IA de unas pocas empresas ya tienen un impacto a nivel macro.
Los datos muestran que en 2025 (hasta la fecha), el S&P 500 ponderado por igualdad en el mercado bursátil estadounidense solo subió un 3 %, pero la versión ponderada por capitalización de mercado de las principales empresas tecnológicas subió un 11 %. Esta diferencia del 8 % puede deberse a los beneficios de la concentración de la IA.
Morgan Stanley es el más agresivo al respecto, estableciendo un objetivo de 7800 puntos para el S&P 500, lo que representa un aumento del 14 % desde el nivel actual, basándose en el supuesto de que la rentabilidad de los siete gigantes tecnológicos seguirá fortaleciéndose.
Sin embargo, JPMorgan Chase cree que, a medida que el dólar se debilite, los beneficios de la IA se desbordarán hacia la cadena de suministro global, otorgando así a los mercados emergentes un rendimiento anualizado esperado del 10,9 %, superior al 6,7 % de las acciones de gran capitalización de EE. UU. Goldman Sachs también se alinea con el efecto de desbordamiento, otorgando a los mercados emergentes la misma expectativa del 10,9 %, creyendo que Europa tiene potencial para un 7,1 % y Japón para un 8,2 %.
En pocas palabras, estas son dos apuestas completamente diferentes: BlackRock y Morgan Stanley apuestan a que el dividendo de la IA seguirá siendo monopolizado por los gigantes tecnológicos estadounidenses, mientras que JPMorgan Chase y Goldman Sachs apuestan a que la IA es una actualización de infraestructura global, y los dividendos se extenderán a los mercados globales no estadounidenses.
