Según ChainCatcher, Markus Thielen, analista de Matrixport, señala que el precio del oro ha alcanzado repetidamente nuevos máximos históricos, obteniendo un rendimiento excedente de casi el 80 % frente al bitcoin en el último año, con un desempeño destacado en esta fase.
En el ciclo actual, los rendimientos excedentes se han concentrado más en activos de cobertura tradicionales como el oro, lo que refleja la caída de las tasas de interés, la disminución de la inflación y el aumento de las expectativas del mercado sobre un giro más moderado de la Reserva Federal en 2026.
Aunque BlackRock ha reforzado en los últimos años la narrativa del bitcoin como «oro digital», los bancos centrales de diversos países siguen priorizando el oro en la asignación de activos de reserva. Debido a su alta volatilidad, gran exposición y cierta sensibilidad política, el bitcoin actualmente resulta difícil de incorporar a gran escala en las reservas oficiales.
A medio y largo plazo, la dirección de la política estadounidense sigue siendo el factor de incertidumbre más crítico. En teoría, un gobierno de Trump podría optar por revaluar el precio del oro, vender parte de las reservas o diversificar marginalmente parte de ellas hacia el bitcoin.
